martes, octubre 25

Me regalaste un plagio existencial

Y por último
¿Qué opina usted de mis camalioneses?
No puede ser que, con tu destreza
intentes envolverte en mis melancolías
y tus ronrroneos me exalten hasta el último poro
devolviendo el tiempo
abrigando el agua que brota
y que fluye
porque ahora sólo puedo ver
tu Tangananica
y mi Tangananá

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