miércoles, junio 1

Yo no lo sabía...

El 11 de diciembre del 2003 me besó en los labios, en medio de los árboles y el viento. Rato atrás yo había sentido un poco de frío, pero en ese momento todo fue cálido, envuelta en el siempre fragante polerón azul y con mis labios entre sus labios, el corazón me latía tan ágilmente bombardeando sangre por todos mis rincones, que el frío sólo lo podía sentir mi cuerpo en el momento que su suave lengua rozaba la mía generando el más intenso escalofrío a lo largo de mi espalda...y quizás nació el amor, con ese primer beso, en ese momento nadie se habría imaginado esas palabras pronunciadas en un antro, cuando las percepciones y sensaciones de ambos exquisitamente desvirtuadas nos elevaron con el primer te amo, sí...te amo, eso fue lo que dijimos. En ese momento probablemente ninguno se imaginaba esas tardes de frío simulando estudiar, esos juegos de pellizcos y risas, esa puesta de Sol en lo alto de una roca. sellada con una promesa eterna y un tierno beso.
Yo no lo sabía...yo ni siquiera pude imaginar ese triste fin, con lágrimas ahogadas, con frías palabras, silencios insolentes...
Yo no lo sabía...¿podía el amor diluirse así...perderse?, quizás no fue amor, quizás fue un conjunto de besos, frías tardes, pellizcos y risas, puestas de Sol, innumerables "te amo", que quisimos llamar amor y que hoy yo llamo dolor.